La caridad vertida por el amor que es palabra equívoca en el lenguaje cotiando tiene un orden bajo la razón conceptual que apunta al principio. Así Dios es el objeto de la caridad porque se ama lo que tiene razón de bien. Y DIOS ES LA BONDAD causa de la bondad que encontramos en las cosas que así despiertan nuestro amor. Pero amamos más a Dios que a las cosas a las que amaos con amora natural porque el bien común de todo y la bienaventuranza está en Él como en principio común y fontal. En Él se encierra la totalidad del bien.
Así el orden de la caridad es: primero Dios, que es el principio del bien en todo, segundo uno mismo que es amado por él para comunicarle todo el bien, tercero el prójimo que se asocia a ello,cuarto el propio cuerpo donde redunda la bienaventuranza.
Antes a Dios que a todo, como dice el Antiguo Testamento, al prójimo según la medida de sí mismo, al cuerpo después que al prójimo. Y dentro del prójimo amará al padre como representación de Dios, a la madre como depositaria de su vida, a la esposa y a los hijos en razón de su unidad, al bienhechor y a aquel a quien se beneficia. Unos primero bajo un concepto y otros bajo otro concepto.
Este orden se respeta hasta en la vida eterna porque ésta ya ha empezado con la gracia que no destruye la naturaleza sino que la perfecciona. Todo esto muy de acuerdo a la razón, que se adecua a la situación especial.
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