La vida activa ocupa nuestro estado actual y las virtudes morales la disponen para el fin de que versa la contemplativa. Luego cesará en el lugar de la contemplación, en el fin presente. En cambio la vida contemplativa que comienza aquí a gustar el fin persiste siempre.
Porque en la vida de los bienaventurados cesarán las obras exteriores menos el acto de la contemplación de quien es el Bien personal de cada uno y el gozo de todos.ALLÍ DESCANSAREMOS Y VEREMOS, VEREMOS Y AMAREMOS, AMAREMOS Y ALABAREMOS.
PORQUE DIOS SERÁ VISTO SIN FIN, AMADO SIN HASTÍO, ALABADO SIN FATIGA.
TODOS TENDRÁN ESTE DON, ESTE AFECTO, Y ESTA ACCIÓN. Así Agustín.
No habrá necesidad de enseñanza porque como dice Juan en su carta: lo veremos tal cual es y Jeremías: todos me conocerán.
Bueno se nos vienen encima todos los modernos y submodernos con la ciencia física en la boca y la técnica en la mano.
Sí: a qué estudiar y descubrir más si el ser de los entes estará ante nosotros y veremos cómo es el fin de toda cosa del universo "en expansión". ¿Si ya nos maravillamos por la inmensidad de las galaxias cuánto más de las posibles que son infinitas en número? ¿Y qué cuando estemos cabe el infinito simple, en el ser por sí y que ha sido para nosotros el "Padre nuestro"? Dejaremos de estudiar las finitudes infinitas para regocijarnos en lo infinito mismo que es...AMOR.
¿Hay más? Quizás los que no hayan querido seguiran un viaje virtual entre galaxias sin fin que dependen, claro, del infinito sr que es su ser.