La profecía puede parecer natural porque algunos seres presienten cosas del futuro. Además conocer los futuros en sus causas es posible al médico por ejemplo cuando conoce los efectos por experiencia. La claridad de la inteligencia y le experiencia los hace hábiles de anticipar los efectos.
Esto se diferencia del conocimiento que se obtiene por revelación que alcanza a cualquier cosa y es infalible.
Se menciona la capacidad que tiene el alma libre de la turbación del cuerpo para captar sutilezas como por ejemplo en los sueños o la afirmada por Platón con respecto a la pureza de la ideas y la del alma. Pero no puede conocer por sí los futuros que pertenecen a Dios como sustancia eterna.
Y Él produce a un tiempo la forma y la disposición para la profecía que no requiere predisposición natural alguna. Dios es la causa absoluta de la profecía.
A tal punto que ni se requiere bondad de costumbres porque es una gratia gratis data en utilidad de la iglesia en cambio la caridad es otra cosa: une a Dios que es raíz de la bondad. Pero no tolera el desorden de la vida de las pasiones pues exige gran elevación de mente. Se concede a los hombres la profecía para utilidad de los demás y para la propia ilustración. Su mente se comunica con la sabiduría divina por la gracia que los hace gratos a Dios como se dice en Sab.7,27 Pero es para utilidad entonces están más cerca de ser instrumentos y no está en la pura caridad que es amistad. De hecho los doctores que son pecadores comunican la verdad y no pretenden dañar a los cristianos. Dios da el don de profecía a quienes juzga oportuno. La amistad íntima con Dios que es la caridad es otra cosa.
Hay falsos profetas y lobos rapaces y demonios que algo saben profetizar y mezclan sus juicios falsos con verdad para inducir a error al entendimiento y al mal a la voluntad.
Nos vamos deslizando por terreno escabroso entre penumbras con la luz de la caridad que confluye en 1.Cor13.
El mundo es complejo el camino que lleva a la vida es simple.
Esto se diferencia del conocimiento que se obtiene por revelación que alcanza a cualquier cosa y es infalible.
Se menciona la capacidad que tiene el alma libre de la turbación del cuerpo para captar sutilezas como por ejemplo en los sueños o la afirmada por Platón con respecto a la pureza de la ideas y la del alma. Pero no puede conocer por sí los futuros que pertenecen a Dios como sustancia eterna.
Y Él produce a un tiempo la forma y la disposición para la profecía que no requiere predisposición natural alguna. Dios es la causa absoluta de la profecía.
A tal punto que ni se requiere bondad de costumbres porque es una gratia gratis data en utilidad de la iglesia en cambio la caridad es otra cosa: une a Dios que es raíz de la bondad. Pero no tolera el desorden de la vida de las pasiones pues exige gran elevación de mente. Se concede a los hombres la profecía para utilidad de los demás y para la propia ilustración. Su mente se comunica con la sabiduría divina por la gracia que los hace gratos a Dios como se dice en Sab.7,27 Pero es para utilidad entonces están más cerca de ser instrumentos y no está en la pura caridad que es amistad. De hecho los doctores que son pecadores comunican la verdad y no pretenden dañar a los cristianos. Dios da el don de profecía a quienes juzga oportuno. La amistad íntima con Dios que es la caridad es otra cosa.
Hay falsos profetas y lobos rapaces y demonios que algo saben profetizar y mezclan sus juicios falsos con verdad para inducir a error al entendimiento y al mal a la voluntad.
Nos vamos deslizando por terreno escabroso entre penumbras con la luz de la caridad que confluye en 1.Cor13.
El mundo es complejo el camino que lleva a la vida es simple.
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