Agustín nos recomienda ser indulgentes con nosotros mismos relajando un poquito la tensión del espíritu. El sabio puede luego ejercitarse en los juegos de palabra y obra. Esta eutrapelia es alegría. El alma proporcionalmente como el cuerpo requiere reposo. La vida activa y la contemplativa dan fatiga. Hay fatiga en la cuerda del arco si está muy tensa todo el tiempo y así en el espíritu que debe distraerse oero no en actos groseros, obscenos o disolutos. No hay que perder la gravedad del espíritu- Así aquí también en la eutrapelia hay virtud, Y esta virtud moderadora es modestia.
No hemos nacido para jugar sino para pensamientos sublimes dice Cicerón. Los actos del juego por sí no tienen otro fin que el aliviar la tensión espiritual la cual se ordena al bien. El espíritu es lo serio por sí.
En exceso pues del juego hay pecado. Así lo dicen los Proverbios: LA RISA ESTÁ MEZCLADA DE DOLOR Y EL GOZO TERMINA EN LUTO. También Aristóteles habla del gozo externo que viene a cubrirnos como un manto distinguido del de la virtud que surge del gozo del acto virtuoso mismo.
Esto será antiguo pero es procedente de la sabiduría que no pasa.
No hemos nacido para jugar sino para pensamientos sublimes dice Cicerón. Los actos del juego por sí no tienen otro fin que el aliviar la tensión espiritual la cual se ordena al bien. El espíritu es lo serio por sí.
En exceso pues del juego hay pecado. Así lo dicen los Proverbios: LA RISA ESTÁ MEZCLADA DE DOLOR Y EL GOZO TERMINA EN LUTO. También Aristóteles habla del gozo externo que viene a cubrirnos como un manto distinguido del de la virtud que surge del gozo del acto virtuoso mismo.
Esto será antiguo pero es procedente de la sabiduría que no pasa.
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