El CANTO LLANO
Bastante triste estoy en la belleza
de una de las tardes del tesoro
Y sin embargo estás conmigo y oro
¡y hay tantos anegados de tristeza!
Delante de mis sierras la pureza
de cumbres y laderas, siento el coro
de temblorosos árboles y adoro
tu rostro y tu sutil naturaleza
en donde existo yo que no soy nada
sino por ti y en ti tan próximo y cercano
que si me acerco, el alma temperada
con doce grados de humildad, tu mano
las cuerdas pulsa, escala armonizada
que se hace simple y manso canto llano.
¡Oh cielo de mi valle en el ocaso!
Mientras mi sierra inmarcesible brasa
nos cerca nos da paz y nos abraza
viniéndose la noche paso a paso,
una tras otra van hilando el lazo
de luz, estrella tras estrella, casa
tras casa y flota una pregunta que traspasa
¿Qué quieres hoy de mí: un amigo acaso?
¿Persona que te espere sin las cosas?
Morada propia, habitación modesta,
tejado bajo naves luminosas
Estoy contigo aquí en la tierra aquesta
pendiente de las aves primorosas
de nubes y montañas en las crestas
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