domingo, 20 de noviembre de 2011

EL ESCÁNDALO COMO PECADO

El escándalo da ocasión de ruina para todos con dicho o hecho. Es un tropiezo que provoca una caída. Uno provoca a uno a pecar con falta de rectitud. Y esto es pecado: la falta de rectitud. Hay un doble escándalo: pasivo en el que se escandaliza y activo en el que escandaliza dando ocasión de caída. El pasivo siempre es pecado pues de algún modo se produce ruina espiritual. Pero uno puede escandalizarse de quien haya obrado bien. Bueno, así de Jesús se escandalizaron algunos. Los que pecan quitan la caridad del prójimo que lo salva efectivamente y quienes no abandonan el pecado obran contra la caridad delante de otros.
Es una virtud especial la caridad y el escándalo luego es especial. Pero será el activo ya que el pasivo es pecado sin deformidad especial y no el activo accidental donde el que escandaliza lo hace para hacer su voluntad. Se da en sí mismo el escándalo activo cuando se intenta con dicho inconveniente o hecho solicitar a pecar. De esta manera toma la razón de pecado especial con una intención especial: escandalizar. Así como el hurto es pecado especial por el daño especial intentado contra el prójimo así lo es el escándalo que contraría directamente a la corrección fraterna., que intenta deshacer el daño. El pecado se especifica por la intención del fin.
Y puede el escándalo, como cierto tropiezo que dispone a la caída, ser pecado mortal. En el pasivo es cuando uno se decide por los dichos o hechos de otro a pecar mortalmente. El activo si es accidental puede ser venial o sin pecado y mera indiscreción. Mas a veces es mortal porque se desprecia la salvación del prójimo y para no conservarla no deja de hacer lo que le viene en gana. Si en el escándalo activo se intenta seducir a uno a pecar mortalmente es pecado mortal pero si es con venial es venial.
“Quien escandalizare a algunos de estos pequeños…” Los perfectos están apegados a solo Dios cuya bondad es inmutable. Así no se apartan de su rectitud. El salmista lo dice: mucha paz para quienes aman tu ley. No hay escándalo para ellos sino para los débiles. Para Pablo: ni la muerte, ni la vida nos pueden separar de la caridad de Dios. Sin embargo pueden pecar venialmente por cierta debilidad. Por eso los perfectos no son escandalizados o inducidos por otros a ir a su ruina.
Pablo: hágase todo con decoro y orden entre vosotros. Luego ellos no pueden escandalizar activamente a otros sino muy levemente apartarse de la razón.
El escándalo activo como dicho o hecho menos recto hay que descartarlo ¿Qué pasa con el pasivo? Los bienes espirituales pueden escandalizar y producir cisma. Pero hay que distinguir entre ellos: algunos bienes espirituales son imprescindibles para la salvación y no se pueden omitir sin pecado mortal. No se podrá pecar para que otro no se escandalice o se vaya de la Iglesia. El hombre debe amar su salud espiritual. A veces conviene demorar la cuestión para evitar el escándalo pasivo por ignorancia pero si se alarga la situación se sospecha de malicia y así no se han de dejar las obras espirituales.
Casos puntuales: Agustín dijo que cuando por la excomunión de algunos amenaza un peligro de cisma entonces excomulgar no es justicia, porque las penas no se infligen por ellas mismas sino para cohibir los pecados.
Socorrer a las necesidades ajenas tanto en lo temporal como en lo espiritual, dando de comer al hambriento como en las espirituales enseñar al que no sabe son necesarias a la salvación y no deben omitirse por temor de escándalo.
Tampoco bienes temporales que son del estado o de la Iglesia han de abandonarse por el escándalo, como por ejemplo da el de Tomás de Cantorbery que los reclamó al rey. Pero los bienes personales en ocasiones debemos abandonarlos por escándalo y darlos pero en ocasiones es injusto hacerlo y es caridad corregir a quien injustamente lo pretende.
San Gregorio: Algunos de los que nos quitan los bienes lo temporal han de ser tolerados pero a otros hay que impedírselo justamente para que no se pierdan al robar lo ajeno.

¡Cuantos escándalos hoy están legalizados en vista de la santidad de la cultura moderna! Pero el escándalo hoy consiste en escandalizar con lo que no se comprende condenando per se lo moderno: al comprender su razón se repone el bien espiritual con fundamento, se enseña con toda intrepidez y se triunfa siendo PERFECTO COMO EL PADRE CELESTIAL ES PERFECTO.
Se demuestra que lo pasado no es algo pisado y es también presente junto al otro presente como ha hecho Boeder ya desde 1980 en la Topología de la Metafísica y ahora con la Instalaciones de la submodernidad. Aquello es vigente y esto es meramente presente. No hay evolución sino posiciones autónomas. Pero esto es otro tema para otro espacio.

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