sábado, 25 de febrero de 2012

LAS VIRTUDES SON FUERZAS PARA RECIBIR A DIOS

La vida feliz es un gozo de la verdad que es Dios, dice Agustín quien cita el salmo 26: ¡OH DIOS LUZ MÍA, SALUD DE MI ROSTRO! Pero he aquí que ad quienes se les hace enemigo su nombre que les predica la verdad, amando como aman la vida feliz, los que aman la verdad aman otra cosa que ella y quisieran que lo que aman fuera la verdad. Así odian la verdad por causa de aquello mismo que aman en lugar de la verdad. Ámanla cuando brilla.ódianla cuando reprende, ámanla cuando se descubre a sí y ódianla cuando los descubre a ellos. Pero ella les dará su merecido descubriéndolos contra su voluntad. El alma torpe e indecente quiere estar oculta no obstante que no quiere se le oculte nada. Pero así la verdad no se le descubrirá. De este modo exclama Agustín en las Confesiones el GAUDIUM DE VERITATE. Con ese desocultamiento de la verdad se manifiesta el pecado que es obstáculo para el HONOR DE QUE DIOS PERMANEZCA EN EL ALMA donde se ingresa en Él "IN TE SUPRA ME".
Aquí pronuncia aquel famoso: ¡TARDE TE AMÉ HERMOSURA TAN ANTIGUA Y TAN NUEVA TARDE TE AMÉ! Cuando se lanzaba sobre las cosas deforme y TÚ ESTABAS CONMIGO PERO YO NO ESTABA CONTIGO. Y cuando lo tocó se abrasó de paz.
Pero no está lleno de Dios sino de su carga propia, es decir los pecados que le son desconocidos Y ENTONCES CLAMA: ¡AY DE MÍ SEÑOR! TÚ ERES MÉDICO Y YO ESTOY ENFERMO ¿Acaso no es tentación la vida del hombre sobre la tierra? Es el salmo 26.
Luego rápidamente le respondemos a Agustín o bien Dios le responde con la ciencia tomásica. Los pecados son la sombra que deja la ausencia de las virtudes correspondientes. Y determinadas las virtudes quedan definidos los pecados. Lo mismo que hizo Aristóteles sobre Platón hace Tomás sobre Agustín: determinar cadad una y consumar su pensamiento.
Si no conocemos los pecados tras las virtudes quedamos en este ¡Ay de mí! o aún peor buscando felicidad donde no la hay.
Y EL GOZO DE LA VERDAD NOS DESCUBRE LO QUE SOMOS, NUESTRA PRECISA PERSONA AL DESCUBRIRLO A ÉL MÁSD ÍNTIMO QUE YO MISMO.
Las cosas tras que andamos y corremos ocultan nada más ni nda menos mi ser: QUIEN SOY. "Conozcaos yo conocedor mío", había dicho... Ya vemos que hoy no es "el yo" el quien soy sino su PERSONA en cercanía cuando vive EN MÍ. Bien posmoderno

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