sábado, 6 de agosto de 2011

LA CARIDAD AMA A DIOS INMEDIATAMENTE

En esta vida no podemos conocer a Dios directamente sino desde lo más conocido por nosotros pero por el querer llegamos a la cosa misma. El amor que es acto del querer aún en esta vida tiende a lo que es amable por excelencia que es la misma bondad desde donde deriva a lo demás. El conocimiento es a la inversa.
Por lo tanto se exige en el mandamiento amar a Dios con todo el corazón. Pues todo lo perteneciente a Dios debe amarlo el hombre por Dios mismo y también por él mismo destinado a Dios. Mas Dios es la bondad infinita y nadie puede amarlo infinitamente. Es así que dice San Bernardo: LA CAUSA DE AMAR A DIOS ES DIOS Y LA MEDIDA ES AMARLE SIN MEDIDA.
LA CARIDAD HACE AL HOMBRE ADHERIRSE A DIOS POR SÍ MISMO UNIENDO LA MENTE HUMANA A DIOS POR EL AFECTO DEL AMOR Y en ello no hay exceso pues cuanto más se alcanza la regla es tanto mejor y cuanto más se ame a Dios será tanto mejor. No hay exceso de parte de la cosa que mide.
Ahora se atiende al prójimo: LA RAZÓN DE AMAR AL PRÓJIMO POR CARIDAD ES DIOS como se dijo en la cuestión 25. Aquí se mostrará que es mejor amar al mejor porque odiarlo es más detestable que hacerlo con el enemigo porque el amigo está más unido. Es cierto que al amigo lo amamos también por él mismo en cambio al enemigo lo hacemos solamente por Dios cuando no hay razón de amor en él. El amor en este caso es más recio como el fuego que quema material menos combustible. Pero es mas ferviente el amor a los que están cerca y mejor siempre que Dios sea la causa. Aquí el verdadero mérito del amor viene de amarlo a Dios pues es Él el objeto de todo amor: SI ALGUIEN ME AMA SERÁ AMADO POR MI PADRE Y YO ME MOSTRARÉ A ÉL. MAS después San Juan dice en la carta:ESTE MANDATO TENEMOS DE DIOS QUE QUIEN AMA A DIOS AME TAMBIÉN A SU HERMANO" pues la dilección de Dios no excluye nunca al prójimo. En cuanto al amor de sí mismo está incluído en el amor de Dios por cuanto queremos gozar de Él el cual amor a veces es postergado para gloria de Dios, pues la verdadera razón de la caridad es Dios y si Él nos envía al prójimo postergamos nuestro gozo y en esto está el mérito, porque es lo mejor lo que Dios quiere y no solamente lo más dificil.
Toda la monserga antropológica que desvanece esto envaneciéndose con el "te amo" y el "se enamoró" encuentra en lo dicho la fuente del amor por quien amamos y para quien hemos sido elegidos para ser santos ante su faz en el amor que nos ama eternamente.

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