martes, 6 de noviembre de 2012

EL ORDEN DE LA BELLEZA=HONESTIDAD

Honestidad es el estado de honor que se alcanza por la excelencia de la virtud y esta es una disposición del ser perfecto a lo mejor. La felicidad apetece por sí misma como fin último pero las virtudes son excelencias que reclaman para sí el nombre de bien honesto. Unicamente el bueno debe ser honrado y la bondad procede de la virtud porque el honor que procede de las riquezas y la nobleza valen en cuanto cooperan a la formación de la virtud. Y ésta procede de la elección interior que vuelve en el exterior honestos los actos.
La belleza guarda proporción y esplendor. Espiritual se dice cuando la conversación y las obras están proporcionadas a la claridad . Y esto mismo se dice honesto. Honestidad es la belleza espiritual. El bien y la belleza es amable a todos los que aman la sabiduría. Los que no que no aman la belleza que hincha y envanaece.
Debemos retroceder: lo honesto se busca por sí mismo y reside en el orden interior que alcanza la felicidad. Es otro que lo útil y agradable. Pero en sentido pleno nada hay más útil que lo honesto y agradable para el espíritu.
La honestidad se reduce a la templanza que refrena lo que hay en el hombre de más bajo y torpe, las concupiscencias depravadas. Es una parte integral a modo de condición de su existencia. A la templanza se le da honor por refrenar vicios excecrables y permitir que aflore la belleza natural.

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