EL VINO TOMADO CON SBRIEDAD ES VIDA TRANQUILA dice el Eclesiástico. Sobrio es quien observa la medida. Y es sobre las bebidas inebriantes porque cuanto es bueno el uso moderado de las mismas tanto es nocivo el excederse pues entenebrecen la razón mucho más que el exceso de comida. Provoca la cólera y acumula ruinas. Corresponde a la virtud moral conservar el bien de la razón contra los ímpetus contrarios, el cual es perturbado por las bebidas inebriantes.Así con la sobriedad se quita tal impedimento, luego es virtud especial.
Ninguna comida y bebida es mala en sí misma sino circunstancialmente, por ejemplo si uno ha hecho un voto en vista de la perfección. La sobriedad es sumamente necesaria en los jóvenes, en las mujeres, en los obispos y en los gobernantes.
La embrieguez es pecado y mortal. El uso y placer desordenado del vino. Hay quienes no saben del efecto y de la cantidad entonces no pecan mortalmente. Pero quienes lo hacen de intención pecan mortalmente pues conciente y voluntariamente se privan de la razón que nos hace evitar el mal y perseguir el bien.
Lo malo nos priva del bien y cuanto priva de mayor bien es mayor mal.. La embriaguez nos priva del bien humano y como son frecuentes en los hombres los estima mucho el diablo pero no es el mayor de los pecados como tampoco la gula. La contracción de la embriaguez es pecado no su consecuencia.
¡Miremos hoy la juventud entregada en masa a este pecado que mata la posibilidad de la razón! Pero habida cuenta que el pensamiento moderno la fue matando y el posmoderno pone como bandera pirata su muerte. Que nos salve el salvador.
Ninguna comida y bebida es mala en sí misma sino circunstancialmente, por ejemplo si uno ha hecho un voto en vista de la perfección. La sobriedad es sumamente necesaria en los jóvenes, en las mujeres, en los obispos y en los gobernantes.
La embrieguez es pecado y mortal. El uso y placer desordenado del vino. Hay quienes no saben del efecto y de la cantidad entonces no pecan mortalmente. Pero quienes lo hacen de intención pecan mortalmente pues conciente y voluntariamente se privan de la razón que nos hace evitar el mal y perseguir el bien.
Lo malo nos priva del bien y cuanto priva de mayor bien es mayor mal.. La embriaguez nos priva del bien humano y como son frecuentes en los hombres los estima mucho el diablo pero no es el mayor de los pecados como tampoco la gula. La contracción de la embriaguez es pecado no su consecuencia.
¡Miremos hoy la juventud entregada en masa a este pecado que mata la posibilidad de la razón! Pero habida cuenta que el pensamiento moderno la fue matando y el posmoderno pone como bandera pirata su muerte. Que nos salve el salvador.
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