La humildad radica en el apetito refrenando el ímpetu del
mismo a fin de que no aspire a cosas grandes. Pero la regla de operaciones está
en el entendimiento a fin de que nadie se engañe creyéndose más de lo que es.
El estado ínterior se denota así: POR SU
ROSTRO Y MODO DE PROCEDER SE CONOCE AL HOMBRE SENSATO, Eclo19,26.
Se examinan los grados de la humildad de San Benito.
Temor de Dios y memoria de sus beneficios es la base de
lahumildad
No aspirar desordenadamente a la propia gloria no siguiendo
los movimientos de la propìa voluntad, regularla conforme al arbitrio del
superior sin desistir ante los obstáculos.
Reconocimiento de los propios defectos y juicio de
insuficiencia para cosas grandes al verlos, prefiriendo por ello a los demás.
En los signos externos no debe apartarse en sus obras de la
vía común ni gastar el tiempo en palabras vanas ni excederse en el modo de
hablar y reprimir la altanería en la mirada y cohibir la risa y demás signos de
necia alegría.
Agustín aconseja que nos creamos interiormente inferiores a
los demás sobre los que tenemos cierta potestad ya que todo lo recibimos de
DIOS.
Recibimos la disposición llamada humildad y más que todo
recibimos la caridad según esta disposición. A mayor humildad mayor caridad
porque un vaso es más grande tiene más capacidad de contener. Muy elemental.
Así María, aquel vaso dispuesto para recibir a Dios.
Hoy en día estos grados benedictinos serían una herejía para
la modernidad. Así les va aunque se piensa que bien nos fuimos"liberando".Desde Nietzsche avanza tal presunción que llamamos finalmente soberbia.
Y con aquel freno benedictino aprovechado por pocos se fundó Europa.
Así fue atesorando gracia para el día en que la perdiéramos.
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