JUEVES SANTO
Día de la
EUCARISTÍA explicada con el discurso de Jesucristo en la
última cena. La Eucaristía
en palabras que transcurren en el capítulo catorce y quince. Había dicho que
era el pan de vida ahora dice que es camino, verdad y vida porque si Dios es el
fin Él mismo es Dios, ÉL ES, YO SOY QUIEN CONTIGO HABLA, había dicho junto al
pozo, pura cercanía frente al pecador, pura fuente de agua viva. Así quien lo
ve a Él ve al Padre, sabiendo que viene del Padre y vuelve al Padre ya que es
absoluta cercanía de igualdad. En ella y por causa de ella podemos pedirle
cualquier cosa. Enseguida nos sugiere qué hemos de pedirle.
Amarlo para poder guardar sus mandamientos ¿Cuáles serán?
AMAD COMO YO OS HE AMADO. Luego Él nos devuelve el amor rogando al Padre que
nos envíe otro PARÁCLITO que permanezca. El mundo, la finitud en sistema que
nos cerca no puede recibirlo. Claro está en esta finitud cambiante no puede
recibirse a quien nos hace habitar y
permanecer. Es Dios en nosotros desde donde podemos vivir con el Hijo de
Dios y amarlo y guardar su palabra y ser lugar espiritual de su manifestación o
fenomenología, que no hará otra cosa que desenvolver lo que somos
esencialmente.
En esa presencia eucarística, palabra hecha pan, con el
Espíritu dado en nosotros, somos morada de las Personas divinas.
Para ello debe operar ciegamente el odio del príncipe de
este mundo y llevarlo al sacrificio de la cruz donde cumpla el mandato que le
dio el Padre. Aquí en la mesa anticipa su sacrificio. Sí, quita los pecados
pero para darnos vida eterna, la suya. Lo que hay entre nosotros y Dios, EL
MEDIADOR, EL CRISTO, EL UNGIDO lo LLEVA el sacrificio que el jueves pone delante de su
Iglesia A SU CONSUMACIÓN.
El CONSUMMATUM EST no es una palabra meramente descriptiva
sino metafísica. EL SER SE HACE MÁXIMAMENTE PRESENTE AQUÍ EN CADA SER PARA SER
ASIMILADO. Parece cotidiano y lo es pero asume en sí todo maravillosa y `prodigiosamente.
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