El pecado original fue circunstancialmente el más grave por el estado de perfección pero no absolutamente hablando por más que provenga de la soberbia.. Las consecuencias fueron máximas pues cortó el estado de inocencia y toda la naturaleza cayó en desorden.. No es pues el mayor de todos los pecados por ser el primero.
El pecado de la mujer fue más grave que el del hombre pues tuvo un grado mayor de soberbia y creyó en el demonio con su propuesta y se opuso por ella a la voluntad de Dios. El varón sólo confiando en sus propias fuerzas. La mujer incitó al varón a que pecara, quien por benevolencia y solidaridad se fue con ella al pecado y como no tenía experiencia de la severidad divina pensó que dicho pecado era venial en cambio la mujer se fue tras el pecado por orgullo y vanidad.
Dura parece la apreciación pero fue la descripción del escritor sagrado y lo que resultó para el linaje. María corta esto: así ve Dios a la mujer.
La muerte. Clarísimo en Tomás. Se repite siempre: es natural y en teología: viene por el pecado. Luego la muerte no puede ser asociada a algo innatural. Pero el hombre tuvo el beneficio de la justicia original:
LAS FUERZAS INFERIORES SOMETIDAS A LA INTELIGENCIA
LA INTELIGENCIA SOMETIDA A LA LEY DE DIOS
EL CUERPO AL ALMA.
He aquí que PECÓ luego:
SIN EL SOMETIMIENTO A DIOS DE LA INTELIGENCIA
LAS FUERZAS CORPORALES SE REBELAN CONTRA LA RAZÓN
CUERPO CONTRA ESPÍRITU DA LUGAR A
¡LA MUERTE! Y DEMÁS DEFECTOS CORPORALES
el cuerpo está rebelado y se corrompe porque es compuesto y su forma, que es inmortal porque es simple, no tiene la fuerza del espíritu sobre la natura, que tiene a separase.
SIENDO EL ALMA INCORRUPTIBLE TAMBIÉN DEBERÍA SERLO EL CUERPO.
PERO QUITADO EL BENEFICIO DEL ESPÍRITU POR EL PECADO CONTRA EL ESPÍRITU VINO A SER NATURAL EN EL CUERPO CORROMPERSE.
PERO EL ALMA ES INMORTAL.
Los primeros padres nos dieron su herencia como "natural". Pero la muerte no lo es sino del mero cuerpo sin espíritu. Por eso Dios sopló al comienzo y luego en la Resurrección que puso en claro esta esta verdadera naturaleza que nos parece hoy algo excepcional.
Luego la pena fue:
LA PRIVACIÓN DEL BENEFICIO DIVINO QUE MANTENÍA LA RECTITUD E INTEGRIDAD DE LA NATURALEZA HUMANA.
LA MUERTE CON EL RESTO DE LAS PENALIDADES DE LA VIDA PRESENTE de las cuales cada día hay un clamor universal por esta y la otra injusticia:
ES DECIR HAY RECUERDO DE LA JUSTICIA ORIGINAL.
Así que: hay pena por parte de Dios y es catártica para curar la soberbia:
LA MUERTE TE HACE CESAR Y TE DA LUGAR A PENITENCIA
Mas esto sienten todos los enamorados de los goces de este mundo que surge de aquel orgullo:
SON SENTENCIADOS A ENVEJECER.
A fe que esto no nos resulta natural: hoy hay mil modos de disfrazar el hecho inexorable e impensable cuando se es joven. Pero los buenos mueren bien aunque la muerte sea un mal.
¡Cómo defienden los mundanos su porcioncita y no les importa la muerte ignorando el pecado! Increíble el efecto del pecado en las enfermedades morales: el ruido que hace el mundo para olvidarse es fenomenal.
¿Quien cree hoy en el pecado original, quien añora la justicia original?
En cambio es el acoso permanente por el juicio de algunos pecadores políticos y de la justicia como liberación de lo que queda de razón. Claro no pueden tolerar aquello de
MÍA ES LA JUSTICIA
porque sabed que HABRÁ JUICIO.
¿Mas cómo será pena del pecado parir con dolor, la sujeción de la mujer al marido, las espinas de los campos? Son naturales
El pecado de la mujer fue más grave que el del hombre pues tuvo un grado mayor de soberbia y creyó en el demonio con su propuesta y se opuso por ella a la voluntad de Dios. El varón sólo confiando en sus propias fuerzas. La mujer incitó al varón a que pecara, quien por benevolencia y solidaridad se fue con ella al pecado y como no tenía experiencia de la severidad divina pensó que dicho pecado era venial en cambio la mujer se fue tras el pecado por orgullo y vanidad.
Dura parece la apreciación pero fue la descripción del escritor sagrado y lo que resultó para el linaje. María corta esto: así ve Dios a la mujer.
La muerte. Clarísimo en Tomás. Se repite siempre: es natural y en teología: viene por el pecado. Luego la muerte no puede ser asociada a algo innatural. Pero el hombre tuvo el beneficio de la justicia original:
LAS FUERZAS INFERIORES SOMETIDAS A LA INTELIGENCIA
LA INTELIGENCIA SOMETIDA A LA LEY DE DIOS
EL CUERPO AL ALMA.
He aquí que PECÓ luego:
SIN EL SOMETIMIENTO A DIOS DE LA INTELIGENCIA
LAS FUERZAS CORPORALES SE REBELAN CONTRA LA RAZÓN
CUERPO CONTRA ESPÍRITU DA LUGAR A
¡LA MUERTE! Y DEMÁS DEFECTOS CORPORALES
el cuerpo está rebelado y se corrompe porque es compuesto y su forma, que es inmortal porque es simple, no tiene la fuerza del espíritu sobre la natura, que tiene a separase.
SIENDO EL ALMA INCORRUPTIBLE TAMBIÉN DEBERÍA SERLO EL CUERPO.
PERO QUITADO EL BENEFICIO DEL ESPÍRITU POR EL PECADO CONTRA EL ESPÍRITU VINO A SER NATURAL EN EL CUERPO CORROMPERSE.
PERO EL ALMA ES INMORTAL.
Los primeros padres nos dieron su herencia como "natural". Pero la muerte no lo es sino del mero cuerpo sin espíritu. Por eso Dios sopló al comienzo y luego en la Resurrección que puso en claro esta esta verdadera naturaleza que nos parece hoy algo excepcional.
Luego la pena fue:
LA PRIVACIÓN DEL BENEFICIO DIVINO QUE MANTENÍA LA RECTITUD E INTEGRIDAD DE LA NATURALEZA HUMANA.
LA MUERTE CON EL RESTO DE LAS PENALIDADES DE LA VIDA PRESENTE de las cuales cada día hay un clamor universal por esta y la otra injusticia:
ES DECIR HAY RECUERDO DE LA JUSTICIA ORIGINAL.
Así que: hay pena por parte de Dios y es catártica para curar la soberbia:
LA MUERTE TE HACE CESAR Y TE DA LUGAR A PENITENCIA
Mas esto sienten todos los enamorados de los goces de este mundo que surge de aquel orgullo:
SON SENTENCIADOS A ENVEJECER.
A fe que esto no nos resulta natural: hoy hay mil modos de disfrazar el hecho inexorable e impensable cuando se es joven. Pero los buenos mueren bien aunque la muerte sea un mal.
¡Cómo defienden los mundanos su porcioncita y no les importa la muerte ignorando el pecado! Increíble el efecto del pecado en las enfermedades morales: el ruido que hace el mundo para olvidarse es fenomenal.
¿Quien cree hoy en el pecado original, quien añora la justicia original?
En cambio es el acoso permanente por el juicio de algunos pecadores políticos y de la justicia como liberación de lo que queda de razón. Claro no pueden tolerar aquello de
MÍA ES LA JUSTICIA
porque sabed que HABRÁ JUICIO.
¿Mas cómo será pena del pecado parir con dolor, la sujeción de la mujer al marido, las espinas de los campos? Son naturales
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