Tanto Agustín como Tomás afirman que el hombre que estaba inmune por la gracia podía y debía ser tentado para conocerse y resistir a la tentación. Si no resistió y conoció el pecado por causa de quien no recibió tentación pero lo eligió motu propio en cambio fue redimido y enseñado desde la humildad a decir: NO NOS DEJES CAER EN TENTACIÓN.
Entonces fue tentado en todo su espectro: El hombre compuesto de intelecto y sensibilidad fue tentado por la promesa de una ciencia que lo haría semejante a Dios y por aspectos sensitivos donde la mujer tiene el protagonismo. Aquí el diablo fue causa, agente principal y la mujer fue el instrumento. La mujer es más débil y más apta para la seducción y un medio magnífico para vencer al marido. Encontró pues al comienzo el diablo la única vía que tenía: la exterior. Y fue por la serpiente, reptando y acechando el talón de la mujer. Todo el mal ingresó por su mordedura pero todo el bien de la mujer débil promovió su preciosa fortaleza en la humildad de su servidora, la cual debía protagonizar una nueva creación.
El pecado ha sido muy duro y la gracia lo ha sobrepujado por mediación, es cierto, del dolor.
Por eso el Verbo nos enseñó el: LÍBRANOS DEL MAL.
Entonces fue tentado en todo su espectro: El hombre compuesto de intelecto y sensibilidad fue tentado por la promesa de una ciencia que lo haría semejante a Dios y por aspectos sensitivos donde la mujer tiene el protagonismo. Aquí el diablo fue causa, agente principal y la mujer fue el instrumento. La mujer es más débil y más apta para la seducción y un medio magnífico para vencer al marido. Encontró pues al comienzo el diablo la única vía que tenía: la exterior. Y fue por la serpiente, reptando y acechando el talón de la mujer. Todo el mal ingresó por su mordedura pero todo el bien de la mujer débil promovió su preciosa fortaleza en la humildad de su servidora, la cual debía protagonizar una nueva creación.
El pecado ha sido muy duro y la gracia lo ha sobrepujado por mediación, es cierto, del dolor.
Por eso el Verbo nos enseñó el: LÍBRANOS DEL MAL.
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