El viático es camino real por donde se pisa para volver al Padre como el Hijo lo hizo pasando por el sacrificio de la cruz. La tercera parte de la Suma completa tal sistema filosofíco en DIOS COMO CAMINO: así la unión hypostática, la gracia capital de Jesucristo nos lleva al seno de Dios tras el juicio final.
La doctrina de la Iglesia ha sido la Filosofía de la segunda época, es decir filo-sofía, siendo la sofía Lucas, Pablo y Juan que ha sido concebida en el sistema de la razón tomásica. Y un sistema encierra todo.
Si es verdad que hubo una tercera época después de tal plenitud expresada en el CREDO. Y los hechos inmediatos fueron vividos como progresivo descubrimiento de la libertad: nuevo arte, nueva religión, nueva ciencia. Y la sabiduría de la libertad como absoluta desde la naturaleza y la belleza de la humanidad tuvo su filosofía de Rousseau-Kant-Schiller- Ficht-Holderlin-Hegel, para decirlo en fórmula.
Es así que la plenitud final de la tercera época de la Historia concluyó con la constitución del Estado realizada. Y la rebelión contra lo configurado en perfección tuvo su razón: que viva el hombre: es el héroe de la jornada, el protagonista. Dios ha muerto: ¡que viva el hombre! Y se desarrolló la antropología a tambor batiente y la psicología será la ciencia primera dentro del dogma de la sociología donde se descubre que la medida es la estructura social.
Libre queda el horizonte para la linguística ya que se han muerto todos los sustancialismos y los signos los reemplazan.
Pues bien, el gran sacramento, el misterio grande de la unión del hombre Dios con la humanidad, la eucaristía, memoria y sostén, el LOGOS mismo hecho finalmente pan de vida, recapitula todo y es todo en todos. En medio de la totalidad del Lenguaje es el LOGOS que junta y distingue ¿Qué? Las personas, sitio concreto de su resonancia o elección desde la eternidad en el tiempo.
Y la antropología también se incluye: María es "la mujer" además de una mujer de Nazaret. Sigue en la historia inmediata y está puesta como intimidad de los hijos de Dios, como clave del habitar.
Es en todo caso, para la autora posmoderna psicologista, un mito. Para nosotros el MYTHOS, el que encierra todo lo que la sabiduría ha mostrado de la mujer. Véase a Andrómaca, Nausikaa y Penélope en Homero, a Beatriz en Dante, a la dama de don Quijote, a las mujeres de Shakespeare, a Sofía y la Nueva Heloísa, a Diótima en Hölderlin. Lo demás se va acercando poco a poco a la inmediatez hasta que Baudelaire da el grito contra la belleza.
De allí en más modernos y posmodernos tienen su espacio para liberar el ELLO.
¿Lograran disipar lo que tiene que ser impreso por la sabiduría con la motivación de lo que aparece en lo inmediato del ello?
Que lo decidan las palabras: Nosotros: Homero, Lucas y Hölderlin. Nuestros vecinos: la antropología y sus afluentes.
Pero María queda como reina: ella decide.
La doctrina de la Iglesia ha sido la Filosofía de la segunda época, es decir filo-sofía, siendo la sofía Lucas, Pablo y Juan que ha sido concebida en el sistema de la razón tomásica. Y un sistema encierra todo.
Si es verdad que hubo una tercera época después de tal plenitud expresada en el CREDO. Y los hechos inmediatos fueron vividos como progresivo descubrimiento de la libertad: nuevo arte, nueva religión, nueva ciencia. Y la sabiduría de la libertad como absoluta desde la naturaleza y la belleza de la humanidad tuvo su filosofía de Rousseau-Kant-Schiller- Ficht-Holderlin-Hegel, para decirlo en fórmula.
Es así que la plenitud final de la tercera época de la Historia concluyó con la constitución del Estado realizada. Y la rebelión contra lo configurado en perfección tuvo su razón: que viva el hombre: es el héroe de la jornada, el protagonista. Dios ha muerto: ¡que viva el hombre! Y se desarrolló la antropología a tambor batiente y la psicología será la ciencia primera dentro del dogma de la sociología donde se descubre que la medida es la estructura social.
Libre queda el horizonte para la linguística ya que se han muerto todos los sustancialismos y los signos los reemplazan.
Pues bien, el gran sacramento, el misterio grande de la unión del hombre Dios con la humanidad, la eucaristía, memoria y sostén, el LOGOS mismo hecho finalmente pan de vida, recapitula todo y es todo en todos. En medio de la totalidad del Lenguaje es el LOGOS que junta y distingue ¿Qué? Las personas, sitio concreto de su resonancia o elección desde la eternidad en el tiempo.
Y la antropología también se incluye: María es "la mujer" además de una mujer de Nazaret. Sigue en la historia inmediata y está puesta como intimidad de los hijos de Dios, como clave del habitar.
Es en todo caso, para la autora posmoderna psicologista, un mito. Para nosotros el MYTHOS, el que encierra todo lo que la sabiduría ha mostrado de la mujer. Véase a Andrómaca, Nausikaa y Penélope en Homero, a Beatriz en Dante, a la dama de don Quijote, a las mujeres de Shakespeare, a Sofía y la Nueva Heloísa, a Diótima en Hölderlin. Lo demás se va acercando poco a poco a la inmediatez hasta que Baudelaire da el grito contra la belleza.
De allí en más modernos y posmodernos tienen su espacio para liberar el ELLO.
¿Lograran disipar lo que tiene que ser impreso por la sabiduría con la motivación de lo que aparece en lo inmediato del ello?
Que lo decidan las palabras: Nosotros: Homero, Lucas y Hölderlin. Nuestros vecinos: la antropología y sus afluentes.
Pero María queda como reina: ella decide.
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