María es la vida en el misterio. Hablamos en el misterio dice Pablo. Y este misterio es el sacramento, el gran sacramento de la Iglesia.
Claro está:hay que dejar fuera de esto al banco ambrosiano, a la reforma de los cadernales y cosas semejantes.
En el misterio escondido de todos los tiempos y revelado ahora a los pequeños, nada de esto existe. Esto existe para el mundo, sea religioso o laico y no existe para quienes obedecen la serenidad de María. De hecho ella nunca se ha aparecido sino a pastores o niños como Juan Diego.
Jueguen al compás del mundo unos y otros tengan el hambre de justicia o santidad que no es otra cosa que disponerse a recibir la plenitud ofrecida en quien es PLENA GRATIA. ¿Me daréis posada? dice el Verbo.
La vida en el misterio indica el ritmo de la paz donde no se quiere sino lo que Dios quiere en lo infinito del misterio revelado a los pequeños a los pobres, a los mansos, a los que lloran, a los que tienen hambre y sed de justicia, a los misericordiosos, a los puros de corazón a los artesanos de la paz.
¡Ah pero Ud no me da un plan! Estamos en un plan donde solamente hay SER, decía Heidegger en la Carta al Humanismo frente a Sartre cuyo plan era "el hombre". Pero "éste ha muerto" le grita Foucault en la cara.
¿Luego qué queda? La vida en el misterio. Lo simple infinito e intenso de María en su intimidad. Toda intimidad frente al todo hacer afuera en el ritmo enajenante de las cosas y la otredad de los cuerpos.
Toda la intimidad del misterio revelado a los pequeños y ocultado a los sabios de este mundo, los que reseñan toda realidad inmediata con los medios crecientes de la información que va obturando toda interioridad ya tachada antes como "nada".
¿Qué mejor que esta nada que nos hace capaces de Dios? Habla Señor que tu siervo escucha decía el salmista y María: HÁGASE EN MI TU VOLUNTAD.
Esto se repite y a continuación se lo tapona y cubre con tareas sociales.
Hay tareas civiles del ciudadano y establecen la igualdad. Lo del mundo es de todos bajo la ley constitucional.
Hay tareas sapienciales frente a quien dijo YO SOY.
Hay tareas íntimas del infinito hogar lejos del mundanal ruido.
María está en las tres según el CÁNTICO, donde exaltó a los humildes y abajó a los poderosos quien es SANTO.
Ella nos hace suyos y por lo tanto "santos".
Claro está:hay que dejar fuera de esto al banco ambrosiano, a la reforma de los cadernales y cosas semejantes.
En el misterio escondido de todos los tiempos y revelado ahora a los pequeños, nada de esto existe. Esto existe para el mundo, sea religioso o laico y no existe para quienes obedecen la serenidad de María. De hecho ella nunca se ha aparecido sino a pastores o niños como Juan Diego.
Jueguen al compás del mundo unos y otros tengan el hambre de justicia o santidad que no es otra cosa que disponerse a recibir la plenitud ofrecida en quien es PLENA GRATIA. ¿Me daréis posada? dice el Verbo.
La vida en el misterio indica el ritmo de la paz donde no se quiere sino lo que Dios quiere en lo infinito del misterio revelado a los pequeños a los pobres, a los mansos, a los que lloran, a los que tienen hambre y sed de justicia, a los misericordiosos, a los puros de corazón a los artesanos de la paz.
¡Ah pero Ud no me da un plan! Estamos en un plan donde solamente hay SER, decía Heidegger en la Carta al Humanismo frente a Sartre cuyo plan era "el hombre". Pero "éste ha muerto" le grita Foucault en la cara.
¿Luego qué queda? La vida en el misterio. Lo simple infinito e intenso de María en su intimidad. Toda intimidad frente al todo hacer afuera en el ritmo enajenante de las cosas y la otredad de los cuerpos.
Toda la intimidad del misterio revelado a los pequeños y ocultado a los sabios de este mundo, los que reseñan toda realidad inmediata con los medios crecientes de la información que va obturando toda interioridad ya tachada antes como "nada".
¿Qué mejor que esta nada que nos hace capaces de Dios? Habla Señor que tu siervo escucha decía el salmista y María: HÁGASE EN MI TU VOLUNTAD.
Esto se repite y a continuación se lo tapona y cubre con tareas sociales.
Hay tareas civiles del ciudadano y establecen la igualdad. Lo del mundo es de todos bajo la ley constitucional.
Hay tareas sapienciales frente a quien dijo YO SOY.
Hay tareas íntimas del infinito hogar lejos del mundanal ruido.
María está en las tres según el CÁNTICO, donde exaltó a los humildes y abajó a los poderosos quien es SANTO.
Ella nos hace suyos y por lo tanto "santos".
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