Es una de la bienaventuranzas que señaló el Verbo del Padre sobre el monte en sublime enseñanza. Cambié justicia por santidad porque entiendo que de lo que se habla en la revelación es de la justicia original que es según Schebeen precisamente la santidad, de la cual surge la justicia conocida como consecuencia, ya que es del hombre con respecto al hombre, según puede verse en Hesíodo y en Solón y es divina predicativamente y se desarrolla en la dimensión de la POLIS y luego del ESTADO REPÚBLICA. La santidad a que aludimos es aquella (MUY OTRA DIRÍA aGUSTÍN) que se menciona en los primeros versos de Efesios: "nos elegió para ser santos e inmaculados en su presencia en el amor". La justicia de la santidad es la de decir "sí" ante tal elección "antes de la fundación del cosmos" de ser hijos suyos adoptivos en JESUCRISTO. El paso del paraíso nos puso ante la posbilidad del obrar engañados, valiendo tal elección como un "no". Pudimos pecar y podemos cada vez pecar: es una posibilidad cierta y creatural, que hoy se actualiza en cada momento a nivel político e individual. El ángel estuvo en la misma situación pero pecó viendo lo que hacía: no quiso ser santo con la CARITAS GRATUITA,no quiso ser PERSONA, lo que era desde antes de su creación. Cusndo supo lo que "era" pudo decir "no" al amor (se puede de hecho hacerlo según nuestra propia experiencia hoy)y se sumergió entre las cosas ya que prefirió su status de ángel primero y no quiso ser ...precisamente santo...él último...como María. De ahí su odio a la mujer que disparó en primer lugar sobre la "madre de los vivientes".
Así esta justicia de la santidad versa sobre el mismo ser de Dios que abre su corazón de Padre y recibe ese "no" del pecado que origina los pecados en catarata, por los cuales murió el Cristo dando sin duda el "sí" en la cruz.Él fue por la injusticia que nos afectaba a todos nosotros y no había otra vía para abrir la dimensión de la santidad con lo que llamamos gracia, que es el germen de la gloria, habida cuenta que Dios es el Dios de la gloria y que no puede sufrir una derrota, salvo el misterio del "no".
Debemos por lo tanto mostrar el camino de la santidad que Él realizó en cuanto es CAMINO, VERDAD Y VIDA, no sólo para alcanzar nuestro fin que es Dios sino para que podamos ser hoy AD DEUM, hacia Dios. El camino, anticipamos, es EL GRAN SACRAMENTO (RES)DE LA IGLESIA, EL MISTERIO DE LA PIEDAD. Es un hecho y no podemos dejarlo pasar porque den siempre por evidente la línea del continuo (pensadore y teólgos) de la cultura y de la Filosofía. Sabemos hoy que por correcta que sea tal evidencia no podía ser, precisamente, verdadera,o bien lo sería hasta que llegara la madurez del pensamiento filosófico en la RAZÓN LOGOTECTÓNICA en Heribert Boeder.
Breviter ac dilucide: La historia no solamente no ha sido un error o algo desgastado por la evolución de la cultura, sino que se concibe ya como una totalidad autónoma (con respecto al presente del mundo y del lenguaje de modernos y posmodernos)presente, noble y verdadera. Y esta Historia lo ha sido en tres épocas, la primera de las cuales SE CONSUMA en Aristóteles,la segunda en Tomás de Aquino y la tercera en Hegel. Distingamos las épocas entre sí (son autónomas) y sus diversas tareas y separemos de la Historia al otro pensar de los modernos que es también autónomo(Boeder ya lo enseñó hace cuarenta años en QUÉ CONSUMA LA FILOSOFÍA PRIMERA, trad.Zubiría revista Philosophia U.N.DE CUYO) que se encierra en el presente de la totalidad del Mundo y aún ésta totalidad es otra que la del Lenguaje de los así llamados posmodernos.
Hay pues tres presentes que se consideran uno fuera del otro según ha concebido la razón logotectónica (ver SEDITIONS, ed.Brainard, New York)rompiendo aquel supuesto del continuo aceptado por los hombres sin crisis o acríticos.
Nosotros nos ubicamos galanamente en la época media de la Historia, válida de por sí para los que obedecen a la fe, pero sancionada por la logotectónica como autónoma e intocable en su sitio. Y esta es obra de justicia: dar a cada uno lo que tiene (ver Boeder TOPOLOGÍA DE LA METAFÍSICA, Alber).
Tal será nuestro camino: ver el camino de la santidad regalada por QUIEN ES SU PROPIO SER y nos ha creado desde sí: LA TRINIDAD DE PERSONAS.
Tenemos por gracia HAMBRE Y SED DE JUSTICIA: SED PERFECTOS COMO VUESTRO PADRE CELESTIAL ES PERFECTO.
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