lunes, 14 de abril de 2014

YA NO TENGO OTRO OFICIO, AMAR ES MI EJERCICIO

Fu más conveniente que por la Pasión fuésemos librados que no por sola voluntad de Dios.
Así es cómo por este medio conoce el hombre cuánto Dios lo ama y con esto se mueve amarle. Esto lo hace alcanzar el fin de su ser que el pecado obstruía.
Con su Pasión nos dio ejemplo de obediencia humildad constancia justicia y demás virtudes que nos vuelven hombres o humanos.
Para ello la pasión nos dio la gracia justificante y luego la gloria. Así nos volvemos inmunes según aquello: habéis sido bien comprados, glorificad a Dios y llevadlo  en vuestro cuerpo.
La pasión realza la dignidad del hombre siendo el diablo vencido por un verdadero  hombre que padeció por ello. Y Cristo satisfizo por él y liberó al hombre de la servidumbre del diablo bajo la cual cayó pecando a sus instancias y había seguido su índole: DESERTOR DE LA JUSTICIA Y AMANTE DEL PODER.
Precisamente por eso Cristo lo libra con la humildad de la Pasión.

¡Cuánto necesitamos esta liberación en medio de la liberación posmoderna! Aquí desestructurando se libera en rebeldía ¿Podrá evitarse pensar en aquel desertor de la justicia?
Pero más que esto ya dicho y rechazado por la cultura moderna. Hay ahora que decir esto: nuestro ser alcanza el ser que es AGAPE amando y la Pasión no crea el amor en nosotros y ya nos hace felices.
Fuere lo que fuere con la cultura posmoderna el amarlo a quien así se hizo amar en cruz nos da la posibilidad del buen ladrón; ESTAR HOY CON ÉL EN EL PARAÍSO.

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