¿Por qué fingir que no conocemos a Dios si sabemos desde dos milenios que es nuestro Padre? Mas bien hay que decir: no te queremos, escapamos de tí por rebeldía, nos abruma tu solicitud, el que hayas entregado a tu Hijo muy amado por nosotros. Mas bien hay que considerar cuánto nos apartan de tí las cosas y cuan poco queremos ser lo que somos. Todo el día estamos contemplándo lo que no somos y una correntada fenomenal nos arrastra: ese ese tiempo de las cosas sucesivas tras que andamos y corremos.
Y TÚ ERES NUESTRO PADRE en sentido personal porque eres Padre del Hijo desde la eternidad y nuestro lo eres en el tiempo. Y la paternidad es una RELACIÓN DE PERSONA A PERSONA. Y nosotros somos hijos efectivamente. Como se origina el Hijo amado de su Padre que es ingénito así nosotros en el Hijo somos hijos por quienes Él se entrega además para hacernos suyos.
Y el Verbo es personal pues se refiere a Aquel de quien es Verbo. Así procede y se origina en el Padre que la pronuncia: TÚ ERES MI HIJO Y YO TE HE ENGENDRADO HOY. EL VERBO INTERNO PERMANECE EN QUIEN LO DICE. Y es persona en Dios.
La persona del Verbo contiene todo lo dicho en la Trinidad y todas las criaturas. Así lo proclama el himno paulino a los de Colosas.
Y es el Hijo pues es generado y procede del Padre que lo engendra, incluyendo referencia a las criaturas. Él nos hizo y a Él pertenecemos, dice la Misa. Dios con un solo acto se entiende a sí mismo y a todas las criaturas y su único Verbo expresa no sólo al Padre sino a todas las criaturas. Y es operativo el Verbo pues Dios dijo y se hicieron las criaturas.
Sabemos quien es Dios y así quienes somos, luego podemos ser en la dimensión del ser: ser personas admitidos y previstos por la voluntad de las PERSONAS ¿Cómo se rechazó tal invitación? De hecho en el mundo de la liberción creciente el hombre no se ve como persona y hay sólo cuerpos.
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